miércoles, 2 de septiembre de 2015

Quinta de São Tiago


Hay una casa ya para siempre imborrable, ya para siempre perenne, ya para siempre nuestra. Una casa que vive (porque es vida lo que atesora esta casa) en una zona rural de fraguas y descanso. Nos reunimos allí M. con N., que no desfallecía; P. y N. con J. y M., que con él reían; nosotros con N. e I., que completaban la algarabía.

De entre todos los vinos que probamos destacó este Quinta de São Tiago, de la D.O.C. Beira Interior, de Portugal. Sus uvas autóctonas touriga nacional y touriga franca llenaron de color y aromas una de las noches brumosas y felices de aquellos días.

Hubo mucha música y muy variada pero la que más sonó, hasta en los pocos silencios que allí se citaron, fue Je veux, de Zaz.