lunes, 16 de abril de 2018

Finca Villacreces


Lo único que merece la pena en la vida es aquello que te emociona. Pocas cosas tan emotivas como reencontrarnos con P., con su vitalidad contagiosa, su cariño perenne, su liberal hospitalidad. Esta vez, sí, estaban L. y J. para ensanchar el sentimiento, y fue como si el tiempo, al fin detenido, saliera de sus entrañas para mostrarnos su secreto. Brindamos por la amistad con Finca Villacreces, de la D.O. Ribera del Duero, y su uva tempranillo, perfectamente ensamblada con una pequeña cantidad de cabernet sauvignon y de merlot, fue el colofón preciso para una noche inolvidable.

La siguiente, también indeleble, la emoción continuó sin tregua y disfrutamos, arrastrados por N. e I., de un magnífico concierto de Imagine Dragons. Una de las canciones que me resultó más emocionante fue Rise up.