Estar en una casa que tiene algo de abrazo, algo de mágica quietud, de aromas esenciales; disfrutar de un fabuloso plato, chipirones en su tinta con merluza rebozada, preparado por I. con maestría y asertividad; prolongar las sensaciones y acompañarlas de Maldant Pauvelot Pinot Noir, de la D.O. Bourgogne, con toda la complejidad y elegancia de esta uva. He aquí una posible definición de la felicidad.
La cena, la conversación y la compañía estuvieron amenizadas por la expresiva música de un piano. Entre otras canciones sonó, como una caricia, Havana, de Camila Cabello.