Y llegó D. con su terciopelo y su embeleso y su ternura. Llegó para quedarse y despertar. Brindamos por él con Microvins, de la D.O. Empordá, un monovarietal de samsó (cariñena) que nos gustó por su cuerpo y sedosidad.
Hay personas, hechos, momentos, que nos recuerdan que, en la medida de lo posible, debemos buscar la felicidad propia y ajena. Como nos canta Bobby McFerrin con Don't worry, be happy.