La uva tinta de Toro, que podría ser un tipo de tempranillo, es una uva autóctona de la D.O. Toro que da lugar a vinos de una potencia y una complejidad pocas veces degustada. En Victorino alcanza una expresión máxima, magnífica, inigualable. Su lágrima es gruesa, persistente; su aroma, penetrante, fresco y balsámico; su sabor, largo, muy agradable; su recuerdo, indeleble y amable.
Este lo bebimos con R. y M. en una cena con cata que nos dejó un poso de inmensidad, una capa de agradecimiento, un rastro de eterna amistad.
Con igual potencia, con la misma magnificencia y amabilidad, se expresa Luciano Pavarotti en esta interpretación del Nessun dorma, acto final de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini.