Cuatro familias en una casa un fresco fin de semana de primavera. Cuatro familias que, finalmente, son una. Paseando, sonriendo, fotografiando, llegamos a un pueblo que aloja un capricho. Auténtica carne de buey. Una delicia.
Allí nos estaba esperando La Prohibición, de la D.O. Bierzo, que disfrutamos con placer elevado, epicúreo. Su uva garnacha tintorera es de tal potencia que proporciona un caldo que tiñe los dientes e impregna todos los sentidos, que se puede masticar. Un vino grandioso.
Tiempo después una noche de cata, mientras P. e I. estaban recostadas en un sillón, F. nos contó la historia de Glenn Gould, su talento tan precoz, su primer concierto siendo aún adolescente, su peculiar estilo, con el cuerpo encorvado sobre el piano Steinway, sentado en una silla de patas cortas, tarareando, su buscada soledad, su muerte temprana. Aquí podemos admirar su grandeza, que impregna todos los sentidos, al interpretar parte de Las Variaciones Goldberg, de Johann Sebastian Bach.