sábado, 30 de enero de 2016

Dominio de Tares. Cepas Viejas


Este es un vino recurrente. Como recurrente es su uva mencía en el paladar, su intensidad, su retrogusto. Bebimos Dominio de Tares Cepas Viejas, de la D.O. Bierzo, por primera vez, en vaso y no en copa, en un lugar de sol y descanso, de amistad y felicidad, de (traga) mar y noches cristalinas. Después formó parte de más de una casa rural, con sus paseos, sus ríos, música y chimeneas, con el recuerdo que impregna ciertos días, con el deseo de volver.

La última fue en un encuentro inopinado una noche de eneldo y cardamomo, de esas que me envuelven, de ritmo hierático y sosiego en derredor. Dimos cuenta de una botella al final de una cena tranquila, en una mesa alargada y cercana que ya es como nuestra casa.

Recurrente es también esta canción de Silvio Rodríguez, iterada en mis dedos y en mis oídos. Óleo de mujer con sombrero es, para mí, la más bella canción jamás escrita, jamás compuesta. Con esta postrera versión, de una armonía maravillosa, de una melancolía envolvente, comprendo el significado de lo que sentí la primera vez que la escuché.


sábado, 9 de enero de 2016

Habla de ti


Fue en casa de M. y D. Nos juntamos con ellos A. y A., M., M. y R. y nosotros. A., S., N. e I. disfrutaban de los juegos. Empezamos con unos entrantes deliciosos y los regamos con Habla de ti, de la D.O. Vino de la Tierra de Extremadura, lleno de uva sauvignon blanc que lo hace tan amarillo como se ve, fresco, brillante, frutal e intenso. El resto de la comida fue igual de espectacular, de sabrosa, de inolvidable.

Cuando nos despedimos, salimos de allí con el alma henchida y felices, con ganas de regresar. Lo preparó todo M., a su manera, como la bodega crea este vino blanco, con originalidad, con generosidad, con arte.

Los mismos atributos que nos muestra Frank Sinatra en esta interpretación de My way.


martes, 5 de enero de 2016

Barón Philippe de Rothschild reserva Carmenere


Cada cierto, indeterminado tiempo nos reunimos con I. y J., A. y N. para hacer una comida con cata. Los vinos que compartimos, dos por sesión, han de ser siempre diferentes, siempre variados. Se repiten, y es inevitable, las risas, las miradas y algunas conversaciones.

Uno de los que hemos probado es este Barón Philippe de Rothschild, de la Región Vitícola Valle del Maipo, en el Valle Central, Chile, un vino repleto de uva carmenere, de su color, de su persistencia, su sabor único.

En esos días, mientras remuevo la copa para oxigenar el vino, suelo pensar en A., en nuestras primeras tardes, en una amistad que se forjó en aquel tiempo de blanco y negro, despreocupado pero intenso, de partidas de ajedrez, meriendas y música de radiocasete. Como esta canción de U2 que lo comenzaba todo, Where the streets have no name.