lunes, 17 de agosto de 2015

Treintamil maravedíes


Me dejaron a mí pedir el vino y, como estaba yo en época de garnacha, elegí Treintamil maravedíes, de la D.O. Vinos de Madrid, que conjuga perfectamente esta uva con un pequeño porcentaje de syrah. Nos gustó su aroma afrutado, nada complejo pero con la potencia habitual de la garnacha, su sabor fresco, su brillantez.

Sucedió en una de nuestras comidas catárticas, esas en las que desgajamos nuestra realidad y siempre salimos alegres y livianos, en las que la compañía de A., A., I. y A. me recarga, me resarce. Una de esas reuniones que uno espera con impaciencia, contando los días.

Hay una canción que podría sonar en estas comidas, alegre y liviana, compuesta por The Proclaimers y titulada I'm gonna be.


jueves, 13 de agosto de 2015

Iamontanum


La tranquilidad se perdía solo si uno estaba atento al bullicio lejano del puerto. La noche era cálida, las luces, un adorno más que guías. El recuerdo de la semi-playa con su entorno de felicidad seguía vivo, como el sol, como el viento ligero, y dejaba un poso de melancolía.

Sin conocerlo, elegimos este Iamontanum de la D.O. Vi de la Terra Illa de Menorca, quizá porque, como otros, nos llamó. El inicio fue espectacular, todo syrah (otras añadas tienen además algo de tempranillo). El paso de los minutos lo fue mejorando hasta un final tan elegante y sedoso que aún persiste en el paladar.

Pablo Milanés, también isleño, tiene una voz de seda, la más maravillosa de todas cuantas he escuchado, de cadencias inigualables, melancólicas. En El breve espacio en que no está podemos admirar, una y otra vez, todas estas cualidades.


miércoles, 12 de agosto de 2015

Trìbolo


Dentro de la inmensidad de los vinos de Italia topamos con este Trìbolo, de la D.O.C. Orcia. Su uva sangiovese supuso para nosotros una agradable novedad, con sensaciones hasta entonces desconocidas, aromas y sabores que nunca habíamos catado. Un vino enorme, poderoso.

Lo bebimos en una casa increíblemente amable porque lo compartieron con nosotros I. y A. mientras X. e I. atrapaban dinosaurios y L. y N. se evadían con la libertad y el descaro de su edad, mientras un plato de pasta de la Toscana con trufa nos envolvía y deleitaba.

Fue entonces cuando descubrimos el jazz peculiar de Jamie Cullum. Aquí interpreta Mixtape con una energía inusitada que invita a otra forma de evasión.