jueves, 13 de agosto de 2015

Iamontanum


La tranquilidad se perdía solo si uno estaba atento al bullicio lejano del puerto. La noche era cálida, las luces, un adorno más que guías. El recuerdo de la semi-playa con su entorno de felicidad seguía vivo, como el sol, como el viento ligero, y dejaba un poso de melancolía.

Sin conocerlo, elegimos este Iamontanum de la D.O. Vi de la Terra Illa de Menorca, quizá porque, como otros, nos llamó. El inicio fue espectacular, todo syrah (otras añadas tienen además algo de tempranillo). El paso de los minutos lo fue mejorando hasta un final tan elegante y sedoso que aún persiste en el paladar.

Pablo Milanés, también isleño, tiene una voz de seda, la más maravillosa de todas cuantas he escuchado, de cadencias inigualables, melancólicas. En El breve espacio en que no está podemos admirar, una y otra vez, todas estas cualidades.


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