Estuvimos a punto de beber Pasanau Finca La Planeta, de la D.O.Q. Priorat, pero la arbitrariedad de una decisión no necesariamente errónea lo evitó. Semanas después disfrutamos de su magnífica cabernet sauvignon y su potente garnacha, de modo que el recuerdo regresó al día que no fue.
Con idéntica tangencialidad e improvisación, frescos aún los aromas y los sabores, me descubrí escuchando You never can tell, de Chuck Berry.
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