La primera vez que bebimos Torre Muga fue porque C.S. me regaló una botella a pesar de mi sincera y obstinada resistencia. Con su cariño me bastaba. Finalmente, descorchamos este inmenso vino de la D.O.C. Rioja y sus uvas tempranillo, mazuelo y graciano supieron a agradecimiento, elegancia, frutas y cacao. Una de las lágrimas más persistentes que he contemplado.
Un artista inmenso, de canciones sinceras, que me invoca un recuerdo muy agradecido, es Franco Battiato. Aquí canta, con voz sublime, La estación de los amores.
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