¿Cuánta sorpresa cabe en un solo día? ¿Cuánto asombro inesperado? ¿Qué dosis de admiración y entusiasmo? Estábamos con M. y R. disfrutando de una magnífica cata, de sus reminiscencias y sabores, del color; entonces, conocimos a F. y M. Con atávica naturalidad comenzamos a hablar de vino e historia. Fue solo una hora, pero su amabilidad y pasión me produjeron un regocijo que aún revolotea en la memoria.
Después estuvimos con E.C. y nos deleitó y maravilló con sus vivencias de un tiempo casi ajeno, cercano pero inaccesible, extinto pero inmarcesible. Cenamos con él y, entre viandas y opiniones, bebimos Lubiano Edición Limitada, de la D.O. Ribera del Duero, lleno de tempranillo y recuerdos, elegante y mineral. Un colofón perfecto.
El Curi canta El caimán libre va.
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