Agradecimos que C. y K. decidieran celebrar tan señalado día con E., I., A., I. y nosotros. Comenzamos la jornada entre viñas y sonrisas, rodeados de jardines y del aroma añejo de los calados, cada uno arrostrando el frío a su manera, disfrutando según su perspectiva, aportando su idiosincrasia. Seguimos esta delicia en un lugar mítico donde catamos Viña Cristina Reserva, de la D.O.C. Rioja, con su uva tempranillo tan aromática y amable, tan amistosa.
Terminamos exultantes con el admirable arte de P.P. Arnold. Entre otras maravillas cantó The first cut is the deepest.